Cuando una relación matrimonial enfrenta una crisis o llega a su fin, muchas parejas se preguntan si es mejor optar por el divorcio o la separación. Ambas alternativas tienen sus pros y contras, por lo que es importante entender las diferencias entre ambas antes de tomar una decisión. El derecho de familia es una de nuestras especialidades en Abogados Fernando Rúa Gayo, por eso hoy explicaremos cuáles son las principales distinciones entre el divorcio y la separación, así como las implicaciones que tienen tanto para los cónyuges como para sus hijos.
Divorcio
El divorcio implica la disolución del vínculo matrimonial, ya sea mediante una decisión judicial o un acuerdo notarial. Esto significa que los cónyuges dejarán de estar casados y podrán contraer matrimonio nuevamente, ya sea entre ellos o con otras personas. Además, el divorcio conlleva la disolución del régimen económico matrimonial, sea de gananciales o de separación de bienes, y el reparto de los bienes comunes.
Existen dos tipos de divorcio: el de mutuo acuerdo y el contencioso. En el caso del divorcio de mutuo acuerdo, los cónyuges presentan un convenio regulador en el cual establecen las medidas que regirán su relación posterior al divorcio, como la custodia de los hijos, la pensión alimenticia, el uso de la vivienda familiar, entre otros aspectos. Este convenio debe ser aprobado por un juez o notario. Por otro lado, en el divorcio contencioso, cada cónyuge solicita al juez medidas distintas y es el juez quien decide tras un proceso judicial.
El divorcio implica la pérdida del derecho a heredar del otro cónyuge y a la legítima del cónyuge viudo, a menos que se haya dispuesto lo contrario en un testamento.
Separación
La separación implica el cese de la convivencia de los cónyuges, reconocido legalmente. Esto significa que los cónyuges seguirán estando casados, pero vivirán por separado. Al igual que en el divorcio, la separación implica el cese del régimen económico matrimonial y el reparto de los bienes comunes.
Existen dos tipos de separación: la de hecho y la legal. La separación de hecho ocurre cuando los cónyuges deciden separarse sin formalizarlo ante ninguna autoridad. En cambio, la separación legal implica que los cónyuges presenten un convenio regulador en el cual establecen las medidas que regirán su relación tras la separación, como la custodia de los hijos, la pensión alimenticia, el uso de la vivienda familiar, entre otros aspectos. Este convenio debe ser aprobado por un juez o notario.
La separación no impide que los cónyuges se reconcilien y retomen su convivencia. En ese caso, solo deben comunicarlo al juez o notario para que la separación quede sin efecto. Además, la separación no implica la pérdida del derecho a heredar del otro cónyuge ni a la legítima del cónyuge viudo.
Para ambos procesos es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho de familia, quien podrá orientar a los cónyuges sobre la mejor opción para su caso particular. Si tiene alguna duda sobre el divorcio o la separación, no dude en contactarnos. Si contacta con nosotros, en nuestro despacho de abogados en Vilagarcía, ofrecemos un servicio profesional y personalizado para resolver sus problemas legales.